18 de febrero de 2010

Experiencias versus Planes

Lo cierto es que todos hemos tenido que hincar la rodilla en algún momento de nuestra vida. Todos hemos cometido errores, de los cuales probablemente lamentemos unos pocos. Sin embargo, esos errores, nos guste o no, también nos forjan en el fuego de la existencia.

Aprender de ellos es la clave. Tomarse el tiempo de analizarlos objetivamente, tomar nota y seguir adelante en el camino a la prosperidad. No es fácil, pero tampoco es complicado.

En base a nuestras experiencias, los que buscamos salir adelante por nosotros mismos tomamos mejores decisiones para nuestra supervivencia. Elegimos diariamente entre múltiples opciones, creyendo que nuestro juicio es válido para escoger sabiamente -y probablemente lo sea. Aquellos abnegados que no caminan este camino, con seguridad tropezarán dos veces con la misma piedra.

El maduro, o el verdadero profesional, el especialista, seguramente sea el veterano, el rasgado con las zarpas del tiempo que ha aprendido de muchos errores para no cometerlos y tiene una mayor capacidad para reaccionar ante las situaciones. Por eso, el que es maduro está en su derecho de ser voz cantante en las tomas de decisiones importantes.

En el otro lado del cuadrilátero se encuentran los planes, que equivalen en la ecuación a la juventud plena, e incluso la niñez. Uno, siendo niño, es capaz de imaginarse de cualquier forma, en cualquier lugar y en cualquier punto de la línea temporal de su vida. A medida que uno tiene experiencias, o pequeños fracasos, esa imaginación va reduciéndose, y finalmente se extingue en nuestro sistema; graduarse, estudiar una carrera, conseguir un trabajo en el que me paguen tanto, tener hijos, enseñarles a hacer lo mismo, etc., etc.

Cuando uno se da el privilegio de volver a imaginar, de soñar algo y simplemente perseguirlo, se siente liberado y atrapado al mismo tiempo, en una quimera que no vale lo que cuesta. Y entonces uno trata de sobresalir en lo que puede -a ratos-, se conduce por la vida como un nómada de la palabra, buscando la felicidad en donde no está y siendo efecto de todo lo que sucede a su alrededor. Ya no se siente capaz de crear un mundo donde los G.I.Joes buenos matan a los malos, sino víctima de la intransigencia de los acontecimientos que han marcado su vida.

Y he ahí el conflicto entre madurez y juventud, entre experiencias y planes, entre fracasos y sueños. Es una ecuación sin solución aparente. Sin embargo, podemos simplificar ambos factores y hallar el resultado.

Podemos encontrar un equilibrio y establecer un acuerdo entre ambas partes de nosotros mismos. Es tan simple como tomar nuestras experiencias en positivo, sacar partido y hacer nuestros planes sin rendir cuentas.

No debemos olvidar que un buen plan conlleva acciones y condiciones, mas no demasiado pensamiento. Uno puede tener el mejor plan de su vida mientras está en el retrete, pensarlo con mucha fuerza... aferrándolo a sí mismo y... lo único que va a lograr es una poderosa evacuación intestinal. Se trata de hacer, no sólo de pensar. Edison no inventó la bombilla sentándose a pensar; necesitó casi 5000 intentos para fabricar la buena, la que funciona. Inventó la bombilla haciéndola, no pensándola. Lógicamente, la idea siempre viene primero, pero si no la llevas a cabo, muere en alguna parte de tu mente y se ahoga antes de que quieras reaccionar.

La capacidad para hacer depende de nuestra experiencia, cierto, pero sólo en parte, porque, ¿de qué otro modo uno obtiene experiencia más que haciendo?, así que yo lo revertiría a: la experiencia depende en gran parte de la capacidad de hacer, de nuestras acciones.

Así que existe un punto de fusión entre ambos conceptos, en el que ambos se diluyen mutuamente y se mezclan. No digo que alcanzarlo sea fácil, pero como dije al principio, tampoco es complicado. ¿Tienes algún plan?

1 comentario:

  1. Ciertamente cometer errores tambien es bueno (en mi opinion) por que son necesarios? porque solo a traves de ellos aprendemos y hacemos cosas (mejores) que al no haberlos cometido nunca hubiesemos aprendido.
    Mis planes, dejar un nuevo valor coraje interno en los demas, caminar por las calles del mundo entero con esa otra mitad, que estara por ahi esperandome aun y finalmente sonreir con la vida!

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